El desarrollo de un producto, o crear un producto desde 0, conlleva unos esfuerzos importantes que deben ser correspondidos por una respuesta positiva del mercado. A priori, pensamos que nuestra idea de producto no existe y que, por tanto, seremos los primeros en el mercado. Aunque existan productos parecidos al alcance de los usuarios, tendemos a considerar que nuestra idea es mejor.
Sin embargo, ¿estamos totalmente seguros de que en el mercado no hay un producto similar? ¿Nuestra idea tendrá aceptación? Tendremos que averiguarlo, pero cómo.
Sin duda alguna, dar respuesta a estas cuestiones no es tarea fácil. De hecho, siempre conllevará cierta incertidumbre. Por ello, se recomienda elaborar un buen estudio de mercado, análisis de la competencia y plan de negocio para reducir al máximo los riesgos de desarrollar tu producto. Por tanto, debemos dedicarle el tiempo y esfuerzos necesarios para sentar las bases de lo que, a posteriori, será nuestro proyecto.