La ingeniería inversa o retroingeniería, como también se le conoce, se trata de una técnica cuyos orígenes se remontan a la Revolución Industrial. En ella, inventores, con el fin de mejorar lo existente y crear nuevos inventos, empleaban tiempo en examinar los productos ya creados para copiarlos.
En este contexto también partió la necesidad de creación de leyes que protegieran la propiedad industrial (modelos de utilidad, patentes, etc.)
Otro momento histórico que catapultó a la ingeniería inversa como técnica relevante, fue la Segunda Guerra Mundial. En ella, los ejércitos enemigos, al incautar maquinaría, vehículos de guerra y armas del bando contrario, las sometían a un exhaustivo análisis y pruebas para crear armamento propio mejorado.
Pero, ¿en qué consiste realmente esta técnica cada vez más extendida? Te lo contamos en este post.
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¿Qué es la ingeniería inversa?
La ingeniería inversa es un proceso que se realiza para obtener la máxima información posible de un producto. El objetivo es determinar cuál ha sido su proceso de fabricación, cuáles son sus componentes y cómo interactúan entre ellos, materiales, etc. Esta técnica resulta útil cuando no se tiene ningún tipo de información previa o suficiente sobre el producto.
En resumen, consiste en tomar un producto, como por ejemplo un dispositivo mecánico del que pretendemos crear algo con una función o comportamiento similar, y analizar su funcionamiento en detalle. Además, sirve como técnica para poder mejorar su proceso de fabricación o analizar el porqué de los fallos que el producto pueda presentar y mejorarlos.
De lo general a lo específico
Las tareas de ingeniería suelen ir de lo específico a lo general. Sin embargo, la ingeniería inversa consiste en todo lo contrario. Con ella, debemos comprender lo general para, posteriormente, ir desmembrando hacia lo específico. Por tanto, podemos decir que este método consiste más en comprender que en solucionar el problema. Ya que, analizamos el producto hasta el punto de conocer todas sus partes y funciones y, de esta forma, aplicar lo aprendido para comenzar un nuevo producto.
Tipos de ingeniería inversa
Esta técnica se divide en dos grandes ramas.
- Ingeniería inversa de producto: En esta categoría, entrarían todos los productos físicos. Por ejemplo, maquinaria, utillajes, componentes electrónicos, dispositivos, etc.
- Ingeniería inversa de software: Aquí se englobarían los códigos de programación, aplicaciones, protocolos, etc.
Aplicaciones de la retroingeniería
Algunos de los usos más comunes de la ingeniería inversa son:
- Componentes o piezas que se diseñaron y fabricaron hace años, y que pueden haber sido afectadas por el desgaste o el fabricante ya no las provea, de la que no se tienen planos y/o modelos CAD, y necesitan reproducción.
- Análisis de la competencia. De esta forma se puede mejorar tu producto a partir de conocer a la perfección el producto de la competencia.
- Acelerar la innovación de productos. A través de la exploración de productos existentes y buscando formas de aumentar su rendimiento, características o reducir costes de producción.
Los sectores donde más se usa esta técnica son:
- Industria aeroespacial. Para fabricación de herramientas, mejorar o reparar componentes, desarrollo de planes de mantenimiento, análisis aerodinámicos, etc.
- Industria de bienes de consumo. Para rapid prototyping, validar y probar los diseños conceptuales, análisis de productos de la competencia, documentación y archivo de las diferentes iteraciones del diseño, etc.
- Conservación del arte y patrimonio. Para la recreación de obras de arte, conservación digital de artes visuales, arqueológicas y edificaciones históricas, restauración de instrumentos culturales, etc.
La ayuda tecnológica para la aceleración de esta técnica
En la actualidad, una de las herramientas que más se están utilizando para acelerar el desarrollo de esta técnica son los escáneres 3D. Estos, gracias a su avance tecnológico en los últimos años, sirven de gran ayuda cuando en el proceso se requiere la digitalización de piezas.
Estos pueden ser portátiles y de fácil instalación, por lo que si se trata de digitalizar alguna pieza que no se puede llevar, se puede escanear in situ. Se tratan de dispositivos rápidos y eficaces, ya que pueden capturar millones de puntos de datos por segundo. Por tanto, es una tecnología que nos acelera muchísimo el trabajo y, lo más importante, es que elimina el posible error ocasionado por el factor humano en las mediciones manuales.
3DALIA: proyectos con ingeniería inversa
En 3DALIA, empresa de diseño y desarrollo de producto, aplicamos la retroingeniería siempre que el proyecto lo requiera.
Como fase inicial en proyecto de restyling de producto, empleamos la ingeniería inversa sobre el producto a rediseñar con el fin de comprender y analizar cada uno de sus componentes y evaluar su funcionalidad. Una vez realizado esto, se realizará una propuesta de mejoras que se aplicarán y tendrán en cuenta desde la conceptualización del nuevo producto.